La Corte declaró constitucional la Ley de Medios y esto es un triunfo de la democracia, el día previo a esa histórica jornada del 30 de octubre de 1983, cuando el pueblo argentino, concurriendo masivamente a las urnas, recuperó el Estado de Derecho. Este es el mejor regalo a nuestra democracia en sus 30 años de vida.
Por fin la Corte Suprema de Justicia se expidió. Y es después de cuatro años de espera, tras una medida cautelar interpuesta por el Grupo Clarín. La Ley fue aprobada en 2009 por amplia mayoría en ambas cámaras del Congreso Nacional.
Fueron cuatro largos años de espera. Dilaciones, demoras varias, chicanas de abogados, campaña del Grupo Clarín, complicidad de la corporación judicial…. Hasta que hoy se resolvió a favor de la constitucionalidad de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (Ley 26522).
¿Cómo votaron los Supremos? La votación de los integrantes de la Corte fue la siguiente: Eugenio Zaffaroni, Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Enrique Petracchi votaron a favor, mientras que Carmen Argibay y Juan Carlos Maqueda aprobaron el fallo en disidencia. Por último, Carlos Fayt votó en contra. Ahora se espera conocer los fundamentos del trascendente fallo, en cuanto a que si amplía los plazos para adecuarse a la norma por parte del Grupo Clarín, el gran beneficiario por esta injustificable demora que no era otra cosa que el desconocimiento de los poderes concentrados a la voluntad popular expresada en el Parlamento.
El Grupo monopólico Clarín cuestionó el artículo 41, que establece que las licencias son intransferibles; dos apartados del número 45, que fijan un límite a la cantidad de licencias concentradas; el 48, que descarta la figura de un "derecho adquirido" por parte de las empresas que tienen más licencias de las permitidas y el 161, que da un año de plazo para que aquellos que tengan que adecuarse a la ley.
La Ley busca democratizar la palabra y tiene un sentido claramente antimonopólico. La Justicia, dando lugar a las medidas cautelares y no estableciendo plazos claros para su vigencia y resolución, permitió en estos años el mantenimiento de un status quo que benefició en forma explícita al Grupo Clarín que ahora, necesariamente, deberá adecuarse a la norma de la democracia. No obstante, aguardamos ansiosos las precisiones sobre los fundamentos del fallo, en particular sobre los plazos para que se proceda a la desinversión por parte de quienes ostentan una posición claramente dominante a partir de la propiedad concentrada de medios audiovisuales de comunicación.
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