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Transcurridos unos pocos días de la instancia preliminar que constituyen las Primarias Abiertas, es necesario poner blanco sobre negro algunos elementos centrales. El Frente para la Victoria consolidó con claridad su condición de primera fuerza nacional, la que aglutinó mayor cantidad de votos, aún con un resultado provisorio por debajo de lo esperado. Proyectado hacia octubre, esto significa que el gobierno logrará conservar una fuerte representación en ambas cámaras del Parlamento, y en alianza con otros sectores, estará en condiciones de continuar avanzando con la agenda legislativa antineoliberal. Este fue siempre el principal criterio de éxito para esta elección parlamentaria, que se alcanzó en las Paso y será ratificado en dos meses.
A la luz de los resultados de la pre-elección del pasado domingo, podemos advertir con nitidez que la confrontación es entre dos proyectos de país. De este lado, Cristina y el rumbo nacional, popular, democrático y latinoamericanista que cambió la historia de nuestro país; enfrente, diversas variantes opositoras, todos bajo el ala de los grandes monopolios, que convergen sin excepción en el retorno al neoliberalismo, aunque algunos intenten evitar definiciones de fondo. Llámense Massa, Macri, Carrió, Binner, De la Sota, Cobos, etc. Las pocas ideas que pudieron articular durante la campaña no dejaron margen para la duda.
Diferentes factores intervinieron en estas primarias del 11 agosto: el tipo de elección -de medio término- donde en general es otro el sentido del voto y se 'imponen' temas de coyuntura, nos exige profundizar en el esclarecimiento sobre lo que está en juego en nuestra Patria y sobre la disputa estructural que estamos librando. Un claro ejemplo es la provincia de Buenos Aires, donde el poder real apostó a un 'voto confusión' y construyó la candidatura de Massa al mejor estilo Capriles, proponiendo 'cambios y continuidad', al tiempo que oficiaba de vocero de la agenda cotidiana de los medios masivos de comunicación. Así cosechó en electorados opuestos, y no sólo en sectores medios y altos.
En el transcurso de dos meses, Martín Insaurralde, quien comenzó la campaña con un 80% de desconocimiento, logró acortar en 10 puntos la brecha inicial que lo separaba del intendente de Tigre, en la medida que se lo identificaba como el candidato de Cristina. La forma: mostrando el contundente balance de gestión de nuestro gobierno, en el plano nacional y en los municipios, en las obras concretas, en la seguridad social, en las jubilaciones y fuentes de trabajo, en los nuevos hospitales y escuelas. Esto consolida nuestras expectativas de cara a octubre.
La cadena del odio y el desánimo -ese Goliat al que hizo referencia Cristina- ya había preparado un escenario sobre la base de resultados que eran previsibles en los principales distritos nacionales, incluso el de un revés en la provincia de Buenos Aires. Hacen su trabajo: acción psicológica permanente y el repique del 'fin de ciclo', 'el poskirchnerismo' y la 'transición ordenada'. El resultado de las Primarias -que consagró al FPV como la fuerza más votada- les basta para exigir un inmediato cambio de rumbo, tal como lo hicieron en el 2009 o a las pocas horas del fallecimiento de Néstor. Para lograr esto, intentarán imponer una nueva hegemonía en el peronismo que les permita debilitar la principal base de sustentación del gobierno nacional. En realidad, es lo que desean.
Como en todo momento de definiciones, sobrevendrá un nuevo proceso de desmezclamiento. Sin embargo, la premura del enemigo por socavar el sólido liderazgo que Cristina continuará ejerciendo sobre el PJ y sobre vastas fuerzas políticas y sociales de nuestro país, evidencia el temor de la derecha frente a un gobierno que no está dispuesto a retroceder y que cuenta con una extendida militancia comprometida con la defensa de las conquistas alcanzadas. Así lo demostró masivamente en las calles durante todo el proceso de la campaña hacia las primarias.
Cristina nos convocó a redoblar nuestros esfuerzos rumbo al 27 de octubre para construir la victoria del proyecto nacional. Con los intendentes, gobernadores y las fuerzas de Unidos y Organizados; apelando a la memoria histórica de nuestro pueblo, teniendo presente de dónde venimos, de los millones de desocupados, del hambre y la represión, de la subordinación a los yanquis y el FMI. A ese infierno nos quieren retrotraer, pero no vamos a volver. Hay que esclarecer, hay que convencer en el mano a mano. Es el único camino y contamos con el liderazgo, la fuerza y la decisión para hacerlo.
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